Sentir y gestionar las emociones negativas en tiempos COVID: ¿Por qué son buenas?

¿Recordáis “Inside Out”? La película de Disney de hace algunos años atrás, donde explicaban el funcionamiento de las emociones. En el próximo post te explicaremos cómo gestionar las emociones negativas, pero hoy queremos contarte por qué las emociones negativas son importantes y cómo, a medida que crecemos, se van volviendo más complejas.

Empecemos por sentir, para luego gestionar las emociones negativas

Tenemos seis emociones básicas, estas son tristeza, miedo, alegría, asco, sorpresa e ira. Cuando nacemos, las emociones están allí. Esperando a ser sentidas, sin ningún tipo de calificación, no son negativas o positivas. Simplemente vamos experimentando una a una, de acuerdo a lo que sucede en nuestro mundo exterior.

Nos han hecho creer, en la década anterior, que no solo debemos gestionar las emociones negativas, sino además nos han dicho que está mal sentirlas. Y de repente, nos topamos con un 2020 que amenaza constantemente con hacernos sentir rabia, asco, ira o constante miedo. Bombardeándonos una y otra vez, sin saber muy bien qué hacer.

¿Hasta cuándo? ¿Qué más puede pasar? Me da mucha tristeza este encierro, me siento muy solo/a. Tengo miedo, por la gente que quiero y por nuestro futuro como sociedad. Todos son sentimientos latentes que, no solo nuestros hijos están atravesando, sino también nosotros como padres. 

Aprendamos hoy lo positivo de sentir las emociones mal llamadas negativas y, junto a nuestros hijos, abramos el permiso para sentirlas. Solo esto nos pondrá en el siguiente paso para saber cómo gestionar las emociones negativas y darle pie a una vida emocional plena.

¿Por qué las emociones negativas se volvieron las malas de la historia?

Las emociones básicas de ira, tristeza y miedo suelen ser mal vistas. Siempre las oraciones relacionadas a gestionar estas emociones negativas son “perder el miedo”, “controlar la ira”, “evitar la rabia”, “no estés triste”. Esto ha hecho que nuestra conciencia colectiva promueva emociones más “bonitas” como la alegría o la sorpresa.

Entonces, cuando identificamos que estamos sintiendo emociones básicas catalogadas negativamente vemos cómo añadimos gotas de culpa a la mezcla. Sin siquiera entender qué son estas mezclas de emociones las que matizan la vida, permiten sentimientos complejos y el crecimiento personal.

Quizá piensas que las emociones y los sentimientos son sinónimos, por eso abordaremos ese tema en breve. Además te vamos a explicar por qué los cristales de pensamientos de Riley (la niña de la peli) eran multicolores a medida que iba creciendo.

Conoce la diferencia entre emociones y sentimientos para gestionar las emociones “negativas”

En la película se ve cómo a través de la infancia, la protagonista maneja 5 de las emociones básicas, cada vez que algo sucede las emociones “saltan” de acuerdo al estímulo exterior y el sentimiento es el efecto posterior que se genera en la mente de la chica. 

Se van formando una suerte de bolas de cristal coloreadas y dependiendo de la emoción dominante ese es el color del que se tiñe ese recuerdo. Si prestas atención, hacia el final de la película, estos cristales se van coloreando de múltiples colores, mostrándote que Riley está teniendo sentimientos cada vez más complejos aunque las emociones sean las mismas.

Entonces, aunque son conceptos plenamente relacionados, y sin las emociones como acto fisiológico no se gestarían los sentimientos de Riley (ni los tuyos), son uno la reacción del otro y son diferentes. 

Tus hijos están pasando por este mismo proceso, de aprender a sentir sus emociones. Dales plena libertad para que sientan también las emociones que nos han tildado de “lobo feroz”.

Las emociones negativas como trampolín para tu crecimiento

En este punto la mejor forma de visualizarlo es que la alegría tiene que co-existir con la tristeza para evolucionar… ¿Pero qué dices? Sí, sí, vamos a ello.

Aquí queremos plantearte diferentes ángulos para que veas que una emoción negativa es, no sólo normal, sino saludable para ti y que a veces podemos estar condicionando a nuestros hijos para que solo nos muestren las emociones positivas que sienten y eso no es tan saludable.

Hay una escena donde Riley ha tenido un día duro junto con sus padres, pues se muda a otra ciudad (asombro), llega a una casa fea y polvorienta (asco), la mudanza no llega (rabia), encuentran animales muertos (miedo) y los padres comienzan a discutir frente a ella (tristeza). Riley intenta mantener la alegría en todo momento, pero la verdad es que también se siente frustrada y triste. 

Cuando la madre llega a su habitación, una vez que ella está acostada, le dice “Gracias por ser una niña feliz” y aunque el reforzamiento positivo de agradecimiento está bien, generó en ella la frustración de tener que seguir siendo una niña “feliz” que solo dio paso al reconocimiento de la tristeza cuando llora en la clase al contar la historia de cómo es Minessota.

Probablemente, si los padres de Riley hubiesen hablado con su hija sobre todas las emociones que sintió ese día en vez de limitarse a la alegría, ella tendría las herramientas necesarias para gestionar sus emociones negativas en vez de tratar de ocultarlas.

¿Mudanza o pandemia? Gestionar las emociones negativas durante el cambio

El cambio genera emociones complejas en nosotros. Y puede ser la mudanza de Riley o la pandemia por la que está atravesando ahora toda la población, la que detone un manojo de emociones complejas de forma recurrente. Veamos cómo podemos aprender a sentirlas de forma positiva y promoviendo la salud mental en la familia.

En principio hablemos y aceptemos la tristeza como emoción de transición que permite la adaptación y el reconocimiento de la alegría. En los momentos cuando la emoción dominante en tu familia sea la tristeza, identifica dos cosas:

  • ¿Qué la está causando?  La tristeza puede ser intrínseca (que proviene de una sensación de insatisfacción personal) o externa, proveniente de un acontecimiento percibido como triste.
  • ¿Cómo está afectando a los tuyos? si los está impulsando al cambio o la permanencia de la tristeza está iniciando una tendencia patológica.

Una vez puedas identificar esto, sabrás gestionar las emociones negativas que surgen de la raíz. También sabrás si la gestión emocional está siendo positiva de acuerdo a la evolución de esta tristeza. Por ejemplo, si la tristeza se profundiza con el tiempo y genera mayores expresiones de desasosiego o a se va matizando y dando paso a la nostalgia momentánea. 

Esto se da mucho en los casos en los que las familias han perdido un familiar o amigo cercano debido a la pandemia. En caso de que estés atravesando por este caso, quisieras apoyo y acompañamiento familiar, recuerda que estamos aquí para ti.

Cuando la tristeza es porque está inconforme y quiere hacer un cambio positivo en su vida, ayuda a la persona (pareja, hijos, padres o madres) a identificar el cambio que necesita y que ponga manos a la obra, trabajando en el cambio que quiere ver. Si por el contrario, esta tristeza es por una pérdida o motivo común (enfermedades, muerte de alguien querido) buscar grupos de ayuda suele ser un paso positivo para mejorar la percepción de la circunstancia en general.

Aunque la película no es nueva, está hoy más vigente que nunca, por eso te recomendamos verla con tus hijos y luego hacer algunas de las dinámicas de apertura emocional que te dejamos aquí.